Esta semana toca operación bikini con estas magdalenas bajas en grasa, muy apropiadas para cuidar la línea y disfrutar de algo dulce sin muchos remordimientos.
Las mías han perdido su objeto al glasearlas con cacao, pero mi operación bikini no va muy bien, así que hasta que me ponga en serio me estoy dando bastantes caprichos.
A la mitad de la masa le añadí dos cucharadas de cacao en polvo sin azúcar que apenas aporta grasas y le damos así un toque diferente.
La receta para hacer estas magdalenas es:
Magdalenas bajas en grasa (del libro 1 Masa, 100 muffins, de Susanna Tee)
Precalentar el horno a 200ºC. Preparar el molde con las cápsulas de papel.
Necesitamos:
– 280g. de harina blanca.
-1 cucharada (15 ml) de levadura química en polvo.
– 1/2 cdta. de bicarbonato de sodio.
– 115g. de azúcar extrafino.
– 2 claras de huevo.
– 250 ml. de yogur natural desnatado.
– 3 cucharadas de aceite de girasol.
– 1 cucharadita de extracto de vainilla.
– 2 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar
Opcional: Glaseado de cacao
– 3 cucharada de azúcar glass
– 1 cucharadita de cacao en polvo sin azúcar
– 10 ml de agua
Preparación:
– En un cuenco grande ponemos los ingredientes secos: tamizamos la harina junto con la levadura y el bicarbonato y añadimos el azúcar.
– En otro cuenco batimos ligeramente las claras e incorporamos el yogur, el aceite yel extracto de vainilla.
– Hacemos un hueco en el centro de los ingredientes secos y vertemos los líquidos batidos. Mezclamos para unir todos los ingredientes sin trabajar demasiado la masa.
– Dividimos la masa en dos cuencos y a uno de ellos le ponemos las dos cucharadas de cacao y mezclamos bien.
– Ponemos una cucharada de masa sin cacao en los moldes y encima otra con cacao, para que queden marmoladas y horneamos durante aproximadamente 20 minutos, hasta que estén altas, doradas y firmes.
– Al sacarlas del horno, las dejamos reposar 5 minutos y si queremos las adornamos o las dejamos tal cual.
Si queremos glasearlas, mezclamos el azúcar y el cacao y vamos añadiendo el agua hasta que quede semi líquido. Untamos las magdalenas con el glaseado y dejamos que se sequen.